Las bolsas de 1´5 litros no tienen la presencia de una botella de vidrio de formato magnum, pero sí son más ligeras (35 gramos), lo que facilita su portabilidad y hace que sea un formato ideal para picnics o eventos similares. El dispensador facilita la manipulación a la hora de servir el vino, evitando así, manchas y residuos molestos para el consumidor. También puede volverse a cerrar el dispensador, asegurando una mínima oxidación del vino y conservándolo así hasta 30 días después de la apertura.
Las ventajas no son solo para el consumidor, ya que el bodeguero también ahorra dinero y emisiones de CO2 en el transporte del vino.
Un spin-off del Bag In Box
Smurfit Kappa desarrolló esta "nueva bolsa" en 2009 a partir de su Bag In Box, otro nuevo formato de envase que recubre este tipo de bolsas con cajas de cartón. Tanto las bag In Box como las Puch Up han sido promocionadas por Smurfit Kappa en las principales ferias del vino, como Enomaq (Zaragoza), Expopack (México), Vintech (Santiago de Chile) o Simei (Milán).
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